Bordeando la cordillera centro oriental, en el imponente nudo de los pastos, se encuentra el Municipio de San Pablo, aquí solo el caudaloso rio mayo, la fortaleza de sus gentes y la planta del café han logrado hincar raíces, un lugar perfecto por sus aguas frescas y sus cumbres empinadas para producir uno de los mejores cafés del mundo.
Así como el rio mayo abre montañas y crea el paraje perfecto para la producción de café especialidad, aparece Franky Díaz, caficultor de especialidad que con su familia ha hecho la labor de producción de café una de honor y entrega, el simple hecho de llegar a la vereda los robles a más de 1900 metros sobre el nivel del mar en medio de una cordillera implacable hacen de él y su café algo especial.
La necesidad de proteger la naturaleza y la libertad de sueños y propósitos
Franky sueña con poder construir una casa rodante en la que con su familia puedan recorrer el mundo, enseñando a los demás el valor de una buena taza de café, la necesidad de proteger la naturaleza y la libertad de sueños y propósitos, muy seguramente muchos de nosotros queremos también ser Franky y revolucionar el mundo del café.
