El Bicentenario de la revolución de los Pastos.
Autor: Juan José Ávila Moncayo-CEO Kafyh Holding Corp.
En el pueblo de los Pastos, el 7 de abril de 1822 después de más de 13 años de guerra, zozobra, incertidumbre, pérdida de vidas humanas y de una generación entera sumida en el caos por defender sus creencias, Bolívar tomo una fatídica decisión de pasar por el territorio de los Pastos en vez de cruzar por Buenaventura en su cruzada por llegar a Guayaquil, esta decisión marcaría el destino de los “colombianos del sur” y por ende del atareado libertador.
Los ejércitos realistas y patriotas se citaron en el territorio conocido como Cariaco, actualmente una vereda del Municipio de Consaca, la planeación estratégica de la batalla por parte del ejercito defensor del territorio pastuso fue tan bien elaborada que la garganta de la quebrada de Cariaco se constituyó como un fortín de la defensa realista y de las causas populares, el ejército nativo no le dio otra alternativa al ejercito de Simón bolívar sino la de ascender por el cañón de cariaco quedando a merced del tiro de los defensores, no es en vano la respuesta “!pero no salen mi general¡” que le daba uno de sus subalternos a simón bolívar cuando expresó: “Miren que bien que entran mis soldados” .
La Batalla duro un día y medio, las banderas de los Batallones patriotas Bogotá y Vargas fueron tomadas, el ejército patriota entregó su rendición y firmo los términos de su retirada en cabeza de Simón Bolívar, esos 13 años de defensa y desgaste rindieron sus frutos, el “Libertador” entendió que los pueblos cuentan con un derecho universal a autodefinirse.
Los términos de rendición fueron firmados en la ciudad de Pasto el 24 de mayo de 1822, ese mismo día se descubrió un intento de traición por parte del obispo Jiménez de Enciso quien tenía planeado entregar la ciudad de Pasto al ejercito patriota a pesar de la victoria del 7 de abril, el obispo fue desterrado para nunca más volver.
El acta de términos de rendición fue firmada por Agustín Agualongo-Simón Bolívar-los regentes de los pueblos indígenas-las comunidades negras en resistencia, ahí nacía la nación de los Pastos, fortín del sur.
Como podrán observar, rescribir la historia en letra es muy sencillo, hoy 20 de julio de 2021 sabemos que la ciudad de Pasto en 1822 fue entregada por el Obispo Jiménez de Enciso a Simón Bolívar quien después de ser derrotado ingresó a la ciudad sin disparar un solo tiro, el pueblo pastuso fue masacrado en la navidad de ese mismo año y estigmatizado hasta la actualidad por querer definirse en oposición al proceso “libertario”.
Por eso, hoy 20 de julio de 2021 tengo la firme convicción que la generación que ha despertado en el fortín del sur y en Colombia es la generación que nuevamente quiere reconocerse como un pueblo libre, con sueños y esperanza, cada vez son más los procesos comunitarios que entran al devenir de la lucha diaria y entre ellos esta KAFYH con sus caficultores agremiados, hoy más que nunca sabemos que para reescribir la historia más allá del papel se requieren muchos esfuerzos, hoy sabemos que solo unidos podremos tener un mejor futuro para nuestras regiones y nuestras familias, sentipensamos que el café será el vehículo del desarrollo para la región, nuestra cruzada de independencia reconoce que de nuestro éxito depende que el mensaje se replique y esta idea es mejor expresada por Wallerstein de la siguiente manera:
“No es la opresión lo que moviliza a las masas, sino la esperanza y la certidumbre –la creencia de que el fin de la opresión está cercano, que un mundo mejor es verdaderamente posible. Y nada refuerza esa esperanza y certidumbre más que el éxito”.
KAFYH es la revolución, KAFYH es el café del cambio.
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