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La nueva agremiación de caficultores sur colombiana, el sentir desde la periferia.

Al tratar de encontrar el hilo conductor entre regiones, sentires, pensares, cultura y vivencias, no nos queda más que acudir al concepto de territorio que nos trae (Borda, 1996), en el que se menciona que una de las características más importantes del ordenamiento territorial es tener la facultad de ser biológico, esto quiere decir que tiene vida, cambia, crece y está en constante evolución, por lo que los esfuerzos para regularlo o clasificarlo siempre quedan cortos.

Ahora bien, si sabemos que el territorio está dotado de vida, y que crece con nuestras experiencias, entonces nuevamente surge la cuestión, ¿Cuál puede ser el hilo conductor entre las regiones y los sentires?

Si observamos a través del retrovisor, sentados desde la periferia en los Departamentos de Cauca, Huila y Nariño se asoma una similitud histórica en los hilos que se tejieron en la campaña de independencia en el siglo XIX: los tres Departamentos se convulsionaron al compás de los ires y venires de las voluntades de sus dirigentes de turno, se declararon la guerra unos a los otros defendiendo banderas de independencia del gobierno español o de libertad en sus creencias y en estos procesos históricos algunos personajes foráneos demostraron debilidad y cobardía, pero otros de cuna campesina, criolla, indígena y afro demostraron de que estamos hechos, un claro ejemplo de ello es Agustín agualongo quien defendió el sur y sus creencias hasta que murió fusilado “de cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear y firme como su suelo y su estirpe”.

Vale la pena destacar que, en torno a esas convulsiones, el que quedaba en medio de las batallas siempre fue el pueblo, quien en muchas ocasiones dotado de sus herramientas de trabajo: picos, palas y azadones, defendió sus ideales, mujeres y hombres lucharon por igual construyendo memoria colectiva de defensa de las justas causas.

He allí una respuesta a la pregunta ¿Cuál puede ser el hilo conductor entre las regiones y los sentires?: La historia compartida, la memoria colectiva de resistencia personificada en héroes, heroínas, líderes y lideresas de las justas causas, que tiene tanta fuerza que sobrepasan el factor temporal y son vigentes en esta actualidad y la que está por venir.

Por otra parte, surge una nueva pregunta ¿Cómo se relaciona el café, con los hilos conductores entre regiones del suroccidente colombiano?, Parte de la respuesta a esto se sustenta primordialmente en que entre Huila, Cauca y Nariño se concentra el 31.52% de la producción total de café en Colombia (Federacion Nacional de Cafeteros, 2019) y que además de ello de esa producción de café alrededor de un 90% excede los estándares de calidad de exportación por lo que es un bien muy preciado a nivel mundial y con la capacidad de ser comercializado con mayor valor con respecto a otro tipo de café.

Las cifras antes mencionadas referencian el factor técnico del café pero para llegar a la otra parte de la respuesta, es necesario mencionar que este grano, especialmente en estas locaciones tiene un lado personificado, arraigado y de tanta fuerza que en estudios realizados por (Mora, 2010) se logró demostrar que existe una correlación inversa entre los cultivos de uso ilícito, el reclutamiento forzado y los cultivos de café, esto quiere decir que en las zonas cultivadas con café la guerra tiene menor impacto que en aquellas que no, literalmente salvando vidas de campesinos, de sus familias y especialmente de sus niños y niñas.

Así las cosas, habiendo analizado someramente la memoria histórica colectiva de los tres departamentos, identificando el potencial productor de café en cantidad y calidad y el papel protector del grano frente al conflicto armado interno del país; no es extraño pensarse en que, de los cientos de miles de familias caficultores de los tres departamentos, nazca una nueva agremiación que reviva el espíritu combativo y laborioso de nuestras gentes, que recuerde a Agustín Agualongo, a la Cacica Gaitana entre muchos otros y que nos permita defender nuestros territorios a través de del café y su comercio justo.